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Sofía Roilidou lleva cuatro años enseñando griego moderno a niños y adultos en la Iglesia Griega Ortodoxa de Madrid. Nuestra conversación gira en torno a su labor en ese lugar en concreto, y también se hace referencia a su experiencia general de la docencia del griego. Y desde luego, no deja de guiarnos por las actividades acerca del griego, los griegos y los filohelenos en la ciudad más grande de España.

Sofía es licenciada del Departamento de Filosofía-Pedagogía-Psicología de la Universidad de Atenas con especialización en Filosofía. Siguió seminarios formativos de especialización de profesores en tratamiento y rehabilitación de dificultades de aprendizaje en niños y adolescentes, así como en la docencia del griego como lengua extranjera / segunda lengua. Enseñó griego antiguo y moderno y literatura a alumnos de Secundaria. Obtuvo su título de postgrado en Neuropsicología Cognitiva por la Universidad Complutense de Madrid y es doctoranda por la misma Universidad. Los últimos seis años reside en la capital española y colabora con el Centro de Cultura Helénica en Atenas y con la entidad cultural Eolís en Lesvos como profesora de griego.

─ Sofía, en primer lugar nos gustaría saber cuándo y cómo se incorporaron las clases de griego moderno en las actividades de la Iglesia Griega Ortodoxa de Madrid.

─ Las clases de griego moderno en la Iglesia Griega Ortodoxa de Madrid datan de hace mucho tiempo, desde el momento en que el padre Dimitrios en el año 1967 asumió los deberes de capellán en la Parroquia Ortodoxa de Madrid, la cual fue fundada en 1949. Tomó la iniciativa de las clases de griego moderno en 1968 y 1969. Al principio enseñaba a niños que se reunían en el edificio donde se alojaba la Iglesia; entonces no existía todavía el templo. Cuando ya se consiguió la construcción del actual templo bizantino, en 1972-1973, en la calle Nicaragua nº 12, las clases empezaron a impartirse regularmente desde el 1974. Los niños eran entonces unos 25, venían de familias nuevas y antiguas afincadas en Madrid, que tenían la necesidad de que sus hijos no olvidaran la lengua griega. En los siguientes años comenzaron asimismo las clases para adultos, que también siguen hasta la fecha.

Yo empecé a trabajar en la Iglesia dando clases de griego el 2006-2007, desde hace ya cuatro años, y éste año, el 2010-2011, será el quinto en mi caso. Cinco años de clases de griego moderno en la Iglesia no es nada comparando con los 36 años de funcionamiento de la escuela. Cada año tenemos unos 15 niños. Los objetivos que se marcaron entonces, desde el inicio, desde el primer momento que funcionó la escuela en la Iglesia, y que siguen en pie hasta hoy, han estado y están muy claros: conservar la lengua y tradición griegas. Las clases de lengua y cultura griega son algo habitual en las grandes parroquias del extranjero, cuya función es ofrecer servicios y apoyar a los griegos. Además, la religión y el idioma siempre han sido puntos de referencia en la cohesión y continuidad del helenismo.

Hay que señalar que la Iglesia de los Santos Andrés y Demetrio de Madrid es el único sitio en España donde funcionan de manera organizada clases infantiles de griego moderno. ¿Se trata mayoritariamente de niños que provienen de padres griegos o que tienen cierta afinidad con Grecia?

─ Ciertamente, la Iglesia Griega Ortodoxa de Madrid es el único sitio en España donde se ofrece un curso de griego moderno para niños. Las clases se dan los sábados de 10:30 a 12:30, dos horas por la mañana con un pequeño recreo en el medio, y son admitidos niños de 6 a 12 años. El aula se encuentra en una gran sala de actos formada para este fin en la parte inferior de la Iglesia; cuenta con pizarra, material educativo y una biblioteca pequeña, pero funcional y bonita.

Desde luego se trata de niños que tienen alguna relación con Grecia, directa o indirecta, suelen ser bilingües, siendo de padres españoles que han vivido en Grecia, de modo que aparte de su idioma materno, el español, han aprendido también el griego, o, más a menudo, se trata de niños provenientes de matrimonios mixtos que residen en Madrid, siendo uno de los padres de Grecia.

Observaciones personales me han llevado a la conclusión de que la mayoría de los niños, por no decir su totalidad, tienen madre española y padre griego, lo que parece más bien curioso sociológicamente hablando. Quizás este hecho tenga que ver con la tendencia de la mujer de estar más cerca de sus padres, lo que conlleva que su país de procedencia se convierta en polo de atracción para ella y su familia, sin que ello sea obligatorio o necesario. Sin embargo, esta observación tiene efectos en la competencia lingüística de los niños. Como se entiende fácilmente, si su lengua materna es el español, los estímulos en la escuela, en la vida y en todas partes están en español, mientras que a menudo la relación de diálogo o comunicación que se desarrolla con el padre no es tan estrecha, e incluso el padre mismo por razones de facilidad a lo mejor habla frecuentemente en español con los niños. Así, la enseñanza y el aprendizaje del griego se vuelven más difíciles, diría que el griego se entiende más bien como lengua extranjera que como segunda lengua.

Me gustaría añadir en este punto algo muy importante que tiene que ver con lo anterior: En los niños bilingües es totalmente imprescindible que se consolide la comunicación en una única lengua con cada uno de los padres, independientemente de la complejidad que presente por lo demás el entorno lingüístico del niño, por ejemplo: Un niño con madre española y padre griego que estudia en un colegio inglés en Madrid y tiene amigos de Francia, tiene que hablar sola y exclusivamente en español con su madre, sólo en griego con su padre, aún cuando su madre y su padre hablan entre sí, incluso delante de él, en español o en griego o en inglés indistintamente. Lo único que importa es que cada uno dirija la palabra al niño en el idioma preestablecido que se ha mencionado, independientemente de si el niño conoce otros idiomas. De hecho, yo misma hablo sólo en griego con los niños, diciéndoles que no sé español. Si se da el caso de que me oigan alguna vez hablar en español, les explico que sólo con los mayores me visita la inspiración divina y hablo en español, ¡y que con los niños el único idioma en el que puedo comunicarme es el griego! Lo aceptan sin problema, es como un juego para ellos.

Y hablando de juegos, me preguntaba cómo reaccionan los niños al aprendizaje del griego, dado que las dificultades empiezan por el alfabeto, que es diferente.

─ Diría que lo reciben de manera muy positiva. A menudo lo ven como un juego, como he dicho, lo consideran divertido y lo disfrutan, aunque haya dificultades, ya desde el principio con el alfabeto diferente. A los niños les gusta aprender, en general son ávidos de saber, y en concreto tratándose de un idioma que a menudo aman, si han visitado Grecia y tienen estímulos de allí. A menudo son muy positivos los sentimientos que han desarrollado, si han asociado este país con verano, vacaciones, familia más amplia como abuelos, tíos, primos…

Tengo que decir que en ello ayudan mucho también los libros que utilizamos en la clase: Se trata de la serie de manuales Asterías de Evanguelía Yeorgantsí (www.asteriasbooks.gr es la página web, si alguien quiere verlos), que, además de sistemáticos y eficaces, son muy divertidos. Las dificultades con las que se enfrenta el docente tienen que ver con el hecho de que se trata de dos horas de clase en un aula con niños de seis a doce años, como sucedía hace unas décadas en Grecia cuando había en las escuelas sólo un maestro para todos los niveles. Aunque esta diferencia de seis años sería insignificante en adultos, en los niños hay una enorme diferencia entre los seis y los 12 años. A raíz de eso, lo razonable es aplicar métodos que correspondan, como por ejemplo el de la enseñanza mutua: el niño más grande enseña al más pequeño, se realizan trabajos en equipos homogéneos o individualmente, de modo que al final hacemos una actividad todos juntos para sentirnos unidos como grupo, etc. Si a la gran diferencia de edad sumamos las diferentes competencias lingüísticas de cada niño (por ejemplo un niño a lo mejor escucha mucho griego en su casa, de modo que ha aprendido a hablarlo pero no sabe escribir ni su nombre, mientras que otro niño igual por carácter no habla, no ha escuchado mucho griego y es tímido, pero es muy cerebral y aprende a escribir muy bien), entonces nos damos cuenta de que las dificultades en el aula son enormes tanto para el docente como para los niños. A pesar de todo, creo que se hace una buena gestión del tiempo y que se aprovecha óptimamente, de manera que cada niño avance siendo comparado sólo consigo mismo y según sus capacidades, no comparándose con los otros niños. Así, el grupo también evoluciona y se vuelve cada vez mejor.

Me imagino que aparte del idioma sientes la necesidad, y la obligación tal vez, de transmitir a los niños la cultura griega, llevándoles así más cerca de sus raíces… Además de las oportunidades que se te ofrecen a lo largo de las clases, ¿hay actos que se organicen por la Parroquia para este fin, así como para la creación de un ambiente de unión y convergencia de ánimos, que puede retroalimentar las ganas de aprender griego de los alumnos en general?

─ Por supuesto se hace un esfuerzo de transmitir elementos de la cultura griega, tanto en la clase como en otras ocasiones. A menudo estos elementos culturales tienen que ver con fechas y costumbres concretas, como por ejemplo a finales de febrero o principios de marzo solemos hablar en la clase del Carnaval en Grecia, del Lunes Limpio [1] (acerca de lo que se come en ese día, de que volamos cometas, etc.). Es algo que se lleva a cabo conversando con los niños, ya que a menudo alguno de ellos sabe algo, quizá porque lo ha vivido en Grecia. Los niños siempre muestran interés por tales conversaciones. Además, en el marco de la clase se enseña mitología, quiénes eran los dioses antiguos y sus aventuras, elementos de geografía, historia, etc. Pero hay que decir que constituyen sólo pequeños elementos parciales que funcionan de manera auxiliar en la clase, la cual es fundamentalmente una clase de lengua, de griego moderno. Dichos elementos adicionales sirven también de diversión y entretenimiento para los niños, de modo que es habitual que tomen forma de concurso o juego; por ejemplo, preguntamos quién sabe más dioses antiguos, etc. Además hay remuneración: He establecido un sistema de incentivo para la presencia en el aula y participación en la clase, regalando un punto cada vez (cada sonrisa que dibujo en la ficha del alumno equivale a un punto), a los cinco puntos gana un pequeño regalo.

Los actos que se organizan por la Parroquia con el fin del acercar a los niños a la cultura griega, son más en concreto una fiesta de Navidad para ellos y sus padres, y otra que es la despedida de fin de curso, con temas que corresponden, y que funcionan positivamente en la creación de un ambiente de unión y convergencia de ánimos, motivando a los niños a aprender siempre más y ser cada vez mejores. Aparte de estos actos, que son sólo para los niños y sus padres, se organizan por la Iglesia actos festivos, a menudo en colaboración con la Embajada Griega en Madrid. Por ejemplo, se suele celebrar una Misa de acción de gracias en la Iglesia con motivo de la fiesta nacional de Grecia, y a continuación hay una recepción en la misma Iglesia o en la Embajada Griega. En estas ocasiones suele reunirse mucha gente, y seguramente muchos se animaron durante estas celebraciones a aprender griego o al menos informarse de algún aspecto más en torno al país heleno. Además, el acercamiento de los dos pueblos, de griegos que viven aquí y españoles que se relacionan con ellos, se hace con intenciones amistosas, y como es normal, hay una relación y un acercamiento estrechos.

¿A los adultos qué es lo que les anima a aprender griego moderno? Nos gustaría que respondieses tomando en cuenta también a los estudiantes de los cursos de verano en Mitilini del programa Eolís (un programa cuya responsabilidad científica lleva el Centro de Cultura Helénica), y además tu experiencia de la enseñanza del idioma en su conjunto.

─ Hay muchísimos motivos, a cada uno le impulsa un motivo diferente a aprender griego. Diría que hay tantos motivos como personas. No hay algo concreto, sino cada cual por distintas razones se moviliza y viene a las clases de griego. Las razones más habituales son por amor a una persona de Grecia, por amor al país cuando alguien ya ha estado y ha quedado impresionado, por la lengua griega… Hablando de lengua, otro motivo muy habitual es el amor a las lenguas, y por el griego concretamente. Dado que en España se enseña en la escuela el griego antiguo, hay muchos filólogos o alumnos suyos que quieren aprender el griego moderno. El origen de otros es de Grecia, de modo que ellos buscan en cierto modo sus raíces aprendiendo griego; entra la cuestión de búsqueda de su identidad. Otros son estudiantes que quieren ir con el programa Erasmus a Grecia, otros que en calidad de turistas desean poder hablar un poco de griego en nuestro país, y otros que lo aprenden por negocios en Grecia, por operaciones comerciales, para trabajar allí, consolidar colaboraciones, etc. En definitiva, hay muchos motivos diferentes.

Ciertamente, como mencionas, colaboro también con el Centro de Cultura Helénica que tiene su sede en Atenas (www.hcc.edu.gr), el cual lleva 20 años de aportación en la educación y la enseñanza del griego moderno a estudiantes adultos, con directora y responsable científica a Ifiyenia Yeoryiadu. El Centro de Cultura Helénica colabora en el verano, a veces también durante la Semana Santa, con la Organización civil no lucrativa de Desarrollo Cultural de Lesvos Eolís en Mitilini (www.aeolis.edu.gr), donde también enseño griego moderno los veranos. Lo mismo digo aquí, los motivos se diferencian, cada cual quiere aprender griego con fines distintos y por varias razones. En los cursos del Centro de Cultura Helénica en Atenas y de Eolís en Mitilini (Lesvos) un motivo habitual es el trabajo: Vienen traductores e intérpretes, estudiantes del griego moderno que desean empezar a trabajar con este idioma, sin que ello excluya a otros estudiantes que les impulsa su amor por Grecia y las lenguas, el amor por un griego o griega, el turismo en nuestro país. Los visitantes que aman la cultura y aprenden por afición, combinando las vacaciones y el idioma, también son numerosos.

Me gustaría añadir que también esos mismos motivos había observado desde hace tiempo, cuando desde el verano de 2005 organizaba clases privadas de griego moderno por mi cuenta, en colaboración con residencias de estudiantes en Madrid que me cedían un aula con pizarra para las clases. Entonces organizaba pequeños grupos de alumnos de todo el mundo, para todos los interesados independientemente de su país de origen, aunque la mayoría de ellos eran evidentemente españoles. El idioma de comunicación y trabajo era, como siempre, el griego moderno y los interesados querían saberlo cada uno por sus razones, en un ambiente multicultural con muchísimas ganas de trabajar. Estuvo muy bien.

¿Cuál es la correspondencia que has recibido hasta el momento y qué valoración haces de estos cuatro años de docencia en la Parroquia?

─ Las impresiones son muy positivas, me alegro de que la gente quiera aprender griego moderno y estoy orgullosa y contenta de trabajar para este fin. De hecho tenemos más alumnos cada año, personas interesadas en el griego moderno, aún cuando existen ciertas limitaciones de espacio y tiempo (por ejemplo, incluso cuando no tienen tiempo y no pueden asistir a las clases, noto un interés vivaz y un amor por el idioma y el país, Grecia). La valoración, pues, de estos cuatro años de docencia en la Iglesia es precisamente esta, alegría y satisfacción por un lado, y por otro fuerzas y valor para el futuro, para seguir de manera aún más dinámica y responder merecidamente al siempre creciente interés.

¿Cómo se forman los grupos y cuántas horas de docencia corresponden a cada uno semanalmente? Y una pregunta para los que estén interesados: ¿El plazo de matrícula sigue abierto y hasta cuándo?

─ Como decía antes, hay un grupo para niños cada sábado de 10:30 a 12:30, dos horas a la semana, en el que se admiten niños de seis a doce años. Este año las clases empiezan el sábado 23 de octubre de 2010 a las 10:30 con Bendición como todos los años. El libro que utilizamos es la serie Asterías de Evanguelía Yeorgantsí, y uno puede conseguirlo y comprarlo en la Iglesia.

El libro que se utiliza para los adultos es Elinicá Tora 1+1 de la editorial Nostos, el cual también se puede comprar en la Iglesia. Las clases de los adultos son una hora a la semana para cada nivel, todos los lunes, con horarios:
17:30 – 18:30 Inicial
18:30 – 19:30 Avanzado
19:30 – 20:30 Intermedio ΙΙ (lección 11 del libro Εlinicá Tora 1+1)
20:30 – 21:30 Intermedio Ι (lección 6 del libro Εlinicá Tora 1+1)

Una hora por semana son en total 30 horas lectivas al año para cada nivel. Cuando empecé las clases en la Iglesia los niveles para los adultos eran tres, Inicial, Intermedio y Avanzado. Desde el año pasado los niveles son cuatro, desde que separamos el nivel Intermedio en dos horas diferentes para atender mejor sus necesidades, ya que se trataba de un grupo muy heterogéneo. Con los estudiantes adultos empezamos las clases el lunes 18 de octubre. Si alguien no sabe o no está seguro de su nivel, puede probar dos niveles diferentes y decidir cuál le conviene, no hay problema.

Tanto las clases de los niños como las de los adultos se dan en el mismo aula, en la Iglesia Griega Ortodoxa de Madrid, de los Santos Andrés y Demetrio (www.iglesiaortodoxa.net) que está en la calle Nicaragua, nº 12 en Madrid, cerca del Metro Colombia. La matrícula está abierta hasta la fecha de comienzo del curso: Es necesario que uno manifieste su interés llamando a la Iglesia (913454085, padre Dimitrios y esposa del presbítero Tseni), para arreglar los asuntos económicos e incorporarse a las clases de griego moderno para este año académico 2010/2011. Hasta finales de octubre hay posibilidad de inscripción a los cursos, sin embargo si alguien está interesado puede llamar en cualquier época del año para informarse y saber más detalles.

Como es sabido, en Madrid y Barcelona se ha concentrado el mayor número de griegos que residen en España de manera permanente. ¿Cómo ves las relaciones entre los miembros de la Comunidad Griega en la capital española? ¿Hay personas o alguna asociación que persiga a través de acciones y actos conocerse y relacionarse entre sí? Transmítenos el clima en líneas generales…

─ Las relaciones entre los miembros de la Comunidad Griega de Madrid son muy buenas y amistosas, tal como lo percibo yo, pero lamentablemente las grandes distancias en la capital española y el modo y ritmo de vida actual no permiten la creación de relaciones y contactos muy estrechos. Se hacen reuniones y actos festivos algunas veces al año y existen asociaciones que persiguen que nos conozcamos y relacionemos entre nosotros. Yo personalmente pertenezco a la mayoría de ellas, si no a todas.

Hablando de los cursos de lengua griega, el Departamento de Filología Griega y Lingüística Indoeuropea de la Universidad Complutense también da clases de griego moderno a los estudiantes (www.filol.ucm.es/depart/filgr/index.php). Entre los profesores que se dedican a su enseñanza se encuentra Pinelopi Stavrianopulu, que organiza todos los años un Seminario de Literatura Neohelénica en la Universidad Complutense. El último seminario del mes de marzo de 2010 tenía como tema la Generación del 30 y las Artes (http://seecmadrid.org/?p=1815). También, se edita una revista filológica por la misma profesora bajo el título Más cerca de Grecia, cuyo último número (nº 19, 2006-2009) está dedicado por completo a la vida y obra del poeta Costas Cariotakis, con estudios y traducciones de su obra al español.

Clases de griego moderno también se imparten en la EOI de Madrid (Escuela Oficial de Idiomas Jesús Maestro, www.eoidiomas.com/web/index.asp) con la que colaboro este año en el marco de un programa europeo. En el Departamento de Griego moderno de la EOI de Madrid se dan seis niveles de griego moderno en los que estudia un importante número de alumnos.

La Iglesia Ortodoxa Griega de Madrid y la Embajada Griega en Madrid organizan actos con motivo de las fiestas nacionales, se suele celebrar una Misa de acción de gracias en la Iglesia y a continuación una recepción en la Embajada Griega o en la misma Iglesia. También todos los años la Asociación de Griegos Residentes en España (www.agre.es) organiza la Fiesta del roscón de Reyes (vasilópita en griego) para la celebración del año nuevo (pero a menudo un poco después, en febrero) y la Fiesta del cordero en Semana Santa (también un poco después, a menudo en mayo o junio).

Finalmente, hay en Facebook el grupo de Griegos y filohelenos en Madrid (www.facebook.com/group.php?gid=34140509147&ref=ts) que organiza de vez en cuando reuniones, sobre todo de carácter social, con el fin de acercarse y conocerse los griegos, españoles y otros filohelenos que vivan en Madrid. Se trata de un grupo en Internet que se creó en agosto de 2008 por algunos griegos que vinieron entonces a Madrid por primera vez. La próxima fiesta de encuentro con los nuevos griegos que han venido aquí (y de diversión con los ya amigos) está programada para la noche del sábado 23 de octubre de 2010. ¡Ojalá nos veamos todos allí!

Espero haberos transmitido en cierto modo el clima de las relaciones grecohispanas en Madrid, se trata de relaciones de comprensión, respeto, y sobre todo de amistad y aprecio.

Este pues es el quinto año consecutivo que se dan clases de griego en la Iglesia Griega Ortodoxa de Madrid contigo como profesora. ¡A través de ispania.gr deseamos mucho éxito en la labor que desempeñáis tú y la Parroquia, y ojalá cada año aumente el número de alumnos, así como su interés por la lengua y la cultura no sólo de la Grecia antigua sino también de la moderna!

─ Muchísimas gracias por la oportunidad que me ha dado este portal muy notable, ispania.gr, de hablar sobre la labor de la docencia del griego moderno en la Iglesia Griega Ortodoxa de Madrid, ¡y deseo por mi parte que sigáis con el mismo éxito vuestro proyecto y que seáis siempre la página electrónica más leída sobre España en el idioma griego!

Año académico 2006/2007, en una de las residencias donde Sofía organizaba clases de griego.


[1] Con él empieza la Cuaresma Ortodoxa, equivale al Miércoles de Ceniza de los católicos.

Entrevista - preguntas - traducción al español - revisión general: Vicky Rouska
Revisión de la versión española: Emmanuel Vinader