«Bienvenidos a Fodele. Habrán oído hablar ya antes de esta población porque aquí es donde nació en 1541 uno de los genios de la pintura de todos los tiempos, Doménikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco». Así nos dio la bienvenida Iannis, simpático guía local, al recibirnos en Fodele, pequeño pueblo entre el mar y la montaña, 25 kilómetros al oeste de la capital cretense Heraklion.

La isla de Creta estuvo durante muchos siglos bajo el dominio de Venecia. Sin embargo, de aquella época en Fodele queda poca cosa porque las razzias turcas acabaron con todos los vestigios del antiguo pueblo. O casi todos, pues Iannis nos enseñó una maravillosa iglesia bizantina del siglo XI. Visitamos la Casa del Greco, pequeño museo con reproducciones del artista al que también se honra en la plaza de la villa con un bloque de mármol de Toledo traído en 1934 por estudiantes españoles. Por lo demás, el encanto de Fodele está en sus arquitecturas de sabor mediterráneo (como la pequeña iglesia ortodoxa de la foto), las mujeres que realizan en la calle trabajos de macramé o bordan para los turistas, el taller del alfarero y las terrazas con cafés y restaurantes.

Al día siguiente fuimos a la capital. En perfecto castellano, el guía Yorgos nos saludó con estas palabras: «Bienvenidos a Heraklion, llamada Candia cuando aquí nació El Greco». Saltamos como un resorte: «Oiga, que eso mismo nos dijeron ayer en Fodele». Yorgos se rió y nos sacó de dudas: es cierto que durante mucho tiempo se creyó que El Greco había nacido en Fodele, y así figura en la mayoría de los libros, pero las más recientes investigaciones han demostrado que era de Heraklion. «Si quieren salir de dudas -añadió-, podemos visitar su casa». Es lo que hicimos. Se trata de un edificio mucho mejor que el de la vecina Fodele, y que cuenta con obras originales del artista del Siglo de Oro.
 
En esas quedó la cosa hasta que, dos días después, visitando el estupendo Museo Arqueológico de Heraklion, ubicado en el monasterio veneciano de San Francisco, nos dimos de bruces con Iannis, el guía de Fodele que comandaba a un nutrido grupo de franceses. «Iannis, nos engañaste. El Greco no nació en Fodele sino aquí, en Heraklion», le reprochamos. «Ay, amigos, nunca creáis a la gente de la capital, son insaciables, lo quieren todo para ellos». Entonces... ¿cuál es la verdad? Y mientras se alejaba, seguido de una larga fila de turistas, nos espetó con toda su socarronería mediterránea: «La verdad nunca es simple, siempre es compleja. Pero hacedme caso, El Greco nació primero en Fodele... ¡PRIMERO EN FODELE...!».

Πηγή: diariovasco.com