"El día 3 de marzo aterricé al aeropuerto de Rosario y las dueñas del Instituto Wiphala dos mujeres amables y dulces me dieron la bienvenida tan cordialmente que me hicieron sentir, con su sonrisa y su energía como si nos conociéramos desde hace muchos anos. El curso era alternativo, multidimensional con muchas visitas en museos, universidades, clases de tango argentino, de música, talleres, fábricas de leche e.t.c. Durante las visitas en ciudades de la provincia de Santa Fe y de Entre Ríos las autoridades locales siempre nos dieron la bienvenida con regalos. Las clases de la lengua española, de histo ria y de filosofía las daban profesores que eran plenamente formados estimulando nuestro pensamiento e interés tanto, que después de cada clase quedábamos conversando más.
Lo que me afectó más viviendo en la ciudad de Totoras, era que por unos días viví en un paraíso en la tierra. Una sociedad ideal que enseña con su ejemplo. Está construida en la naturaleza, la gente vive solo en chalets, tiene la costumbre de saludar uno al otro siempre cordialmente y amablemente por la calle incluso sin conocerse.....Concretamente alguien puede utilizar la bici sin atarla y puede dejarla en cualquier lugar sin tener miedo de luchar contra un robo. Además, no echan la llave y circulan llenos de seguridad y libertad. Conocí a personas hospitalarias, integradas a la tranquilidad y la sabiduria de la naturaleza, personas que estaban llenas de serenidad, simplicidad y autenticidad.
Después de quince días, en avión ya a la vuelta a Grecia, me despedí de la maravillosa puesta del sol en el cielo argentino. Me marché con el corazón lleno, pensando que las perlas, al fin y al cabo, las puedes encontrar inesperadamente en lugares increíbles. Gente real, auténtica, llena de lucidez y de pureza....”
Paraskevi Kissa