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David Fernández Fabu

David Fernández Fabu, uno de los protagonistas de la película Dos habla a ispania.gr sobre esta experiencia, y también del cine en España y Grecia y, por supuesto, de la crisis. La película se estrena en Atenas el 1 de septiembre.

Descríbenos la película en treinta palabras.

Dos es un puzzle emocional que el espectador resuelve en su alma. Es una película puramente sensorial que hay que mirar desde el alma de cada uno. ¿Es una historia de amor? ¿De desamor? ¿De crecimiento personal? ¿Optimista? ¿Pesimista? ¿Todo está escrito o tenemos las riendas de nuestra vida? Eso lo decide cada espectador. Lo que si está claro que es una película que habla de Amor en el más amplio de los sentidos.

¿A qué tipo de público va dirigida la película?

A todo aquel que quiera verla, sea de donde sea y venga de donde venga. Todo el que se quiera divertir, en el sentido más estricto de la palabra. Es decir a aquellos que quieran salir de su realidad cotidiana por un momento. Olvidar la crisis, la deuda soberana, los problemas políticos; la fealdad de las cosas. Y también para aquellos que la angustia les acorrala, para ver con claridad que nuestro gran tesoro es nuestra alma. Y esa es la que nunca debemos dejar que caiga en crisis. Nuestra alma esta poseída por Afrodita, somos Amor.

¿Cómo fue trabajar con un director y un equipo extranjeros?

La verdad es que ha sido maravilloso, aunque nunca me he sentido del todo un extranjero en Grecia. Para un actor como yo ha sido un sueño trabajar a los pies del teatro de Dioniso, donde el arte del actor nació para el occidente. Es un regalo pasear por la colina de las musas buscando la inspiración de tu personaje.

David Fernández Fabu

En cuanto al equipo solo puedo decir que ha sido increíble. He sentido durante todo el proceso que estábamos creando entre todos algo muy especial, porque todos y cada uno de nosotros estábamos poniendo nuestra alma al servicio de la película.

Actoralmente ha sido una delicia interpretar a Héctor, cuidando cada detalle, cada respiración cada palabra, gracias por supesto a Stathis, la alma máter de este proyecto. Él ha sabido darnos a cada uno nuestro lugar, ha sabido escucharnos y tomar las decisiones oportunas en cada momento. El trabajo comenzó un año antes de empezar a rodar. Desde el mismo momento en que me envió el guión hasta que dijo la última vez: «¡Polí orea, corten!»; me he sentido completamente libre para crear, para aportar sobre el guión y sobre mi personaje lo que me ha parecido oportuno. Es un gran director de actores, que se ha querido sumergir en ese maravilloso mundo que es la interpretación, fijando unos tiempos de ensayos excepcionales y un cuidadísimo trabajo actoral.

¿Hubo algún incidente especial en los rodajes, algo que te llamara la atención de forma positiva o negativa?

No se si sabéis que Stathis abandonó (afortunadamente) sus estudios de medicina cuando tan solo le faltaban algunas asignaturas para ser médico. Digo afortunadamente porque justo el día de antes de empezar el rodaje sufrí un orzuelo en un ojo. Él me consiguió una pomada en la farmacia y mi ojo empeoró de manera que se hinchó como una pelota. Cuando habló con su padre, que sí que es médico de verdad, le dijo que la pomada que me habían puesto era completamente contraindicada. Finalmente Magda, la maquilladora lo solucionó, gracias a su arte y a una antigua oración aprendida de su madre.

¿El cine que hacemos en Grecia es muy diferente al cine español?

David Fernández Fabu

Por supuesto que hay diferencias porque lo hacen personas diferentes. Cada persona aporta lo que lleva consigo. Y las raíces es algo que tiene que ver mucho con donde se nace. Esta película es muy internacional aunque haya grandes referencias a la cultura griega. Pero no podemos olvidar que la cultura griega es la raíz de occidente y, lo siento queridos helenos, pero eso es algo que ya es patrimonio de la humanidad, vuestros mitos son los mios, vuestros dioses son mis dioses y las esculturas del Partenón nos las robaron los ingleses.

Es cierto que el cine español tiende mas a la tragicomedia, que es un género netamente hispánico. La primera obra teatral occidental que mezcla elementos de tragedia y de comedia es La Celestina de Fernando de Rojas, y creo que es algo que define bastante nuestra manera de sentir y ver el mundo. Tenemos la trascendencia de la tragedia griega, pero la liviandad de la vida cotidiana. Como decía un gran autor español, Valle Inclán: «La tragedia española, no es tragedia, es una deformación grotesca de la realidad que se llama esperpento.»

En pocas palabras, ¿cómo ves el nivel artístico del cine español?

Hay grandes artistas que siguen haciendo propuestas muy interesantes, pero desgraciadamente estamos viviendo unos muy malos momentos en el cine español. La década de los noventa y principios del XXI ha sido excepcional, y nuestro cine tenía un gran prestigio incluso en EEUU. Pero ahora la situación ha cambiado considerablemente. Los productores no se arriesgan, las grandes cadenas de televisión, que son las que producen más cine, apuestan por lo seguro, un cine que en ocasiones intenta emular al americano, anhelando conseguir los mismos éxitos en taquilla.

Personalmente creo que esto es un error. En la especificidad está el éxito. De ahí el éxito de Almodóvar, que hace un cine que sólo él puede hacer. La grandeza del cine español siempre ha estado basada en las historias que contaba y en los grandes actores que lo hacían. Ahora si quieres hacer una película lo primero que preguntan es que actores mediáticos tienes en el proyecto. Ser famoso no es un signo de calidad. Y es que no hablamos de actores de prestigio, si no solo de actores famosos. No se preguntan cuánta gente vendrá a ver la peli, si no cuanta gente vendrá a ver a fulanito. Se le olvida que el público que va al cine quiere ver al personaje. Nunca quiere ver al tal fulanito, porque si no se quedarían en casa viéndolo en la tele, que es mas barato.

Por eso todos queremos ver los personajes que hace Javier Bardem, porque pecisamente no es Javier. En definitiva falta riesgo. Una película como Dos, hubiese sido muy difícil que se hiciese en España. Conozco a mucha gente con un gran talento que intenta hacer cine en este momento, pero todas las puertas están cerradas. Por otra parte hace falta fe, mucha fe. Esta nunca hay que perderla porque el talento sobra en España, el arte se respira, pero siempre hay de fondo la sensación que somos Quijotes luchando contra molinos. ¡Wake up!

¿Es mas fácil o mas difícil ser un actor en España que en Grecia?

Ser actor es muy difícil en Grecia, en España o en Singapur, porque es una profesión dificilísima. Hacerlo mal es muy fácil, hacerlo medianamente bien complicadísimo. Esto en cuanto al arte de interpretar. Si te refieres a las oportunidades laborales esa es otra respuesta.

Afortunadamente soy un actor que en los 15 años que llevo trabajando como actor no he tenido la necesidad de poner copas o hacer otro trabajo que no sea el mío. Pero soy consciente que la situación es muy compleja. Lo que más he hecho ha sido teatro, unas veces cosas mejores, otras peores, pero nunca he estado parado esperando que suene el teléfono. Porque cuando no he tenido trabajo me lo he inventado. He producido mis propios espectáculos y he estado en los mejores teatros y también en los peores tugurios. He ganado buenos sueldos y otros que eran de vergüenza, pero nunca me he quedado en casa.

La oportunidad de interpretar a Héctor me vino de casualidad y creo que me hubiese resultado muy difícil en España acceder a este personaje. Generalmente los directores de casting no buscan al actor capaz de hacer el personaje, buscan al personaje y eso es un tremendo error. De cualquier forma me siento un ser muy afortunado por poder ganarme la vida con esta profesión. Es un momento muy difícil en España, el teatro esta en una gran crisis y hay poquísimo teatro y los actores generalmente vivimos de él. Cuando regrese a España empiezo con una serie de televisión sobre los templarios así es que esta mañana me he ido ha Delfos a agradecer a Apolo sus favores.

¿Qué te parece artística y socialmente la Grecia moderna? ¿Queda lejos de la imagen que tenías en el instituto?

David Fernández Fabu

La verdad, sea dicho, la Grecia moderna es muy desconocida en Europa. Quiero decir conocemos muy bien la Grecia clásica pero cuando yo vine aquí me di cuenta de que sabía muy poco de la Grecia actual. Es muy sorprendente comprobar lo similares que somos en muchas cosas. Sobre todo en la manera de vivir y de disfrutar la vida, además en cómo nos relacionamos con los demás. Creo que España y Grecia son los verdaderos hermanos e Italia es el primo. Yo creo que esto se debe a nuestra experiencia común de haber convivido con la cultura musulmana, que es el dato diferenciador con Italia. No lo sé pero me ha resultado muy curioso.

De cualquier forma humildemente creo que Grecia debía sentirse mucho más orgullosa de lo que se siente de su pasado. No me refiero solo a las piedras o al arte, si no al verdadero conocimiento de lo que aportó Grecia al mundo, que fue todo. Conceptos como Democracia, Sofrosine, Libertad, Moral, Estética, Ética… son conceptos inventados por Grecia que se han convertido en los soportes de nuestro maltrecho estado de derecho. Pero son conceptos, ideas (como dice Platón) que son más fuertes y más valiosos que cualquier tipo de interés. Grecia debe mucho dinero a los bancos europeos, pero ¿cuanto le debe Europa a Grecia por su aportación desde mucho antes que Trichet existiese? No hay dinero en el mundo para pagároslo.

Traducción del castellano: Mijalis Miliarakis
Revisión de la versión griega: Vicky Rouska