VERGINA
Historia – arqueología
LEUCÁDIA
Recos
Vergina: textos en griego de Constantinos Faridis
Leucádia: textos en griego de Emmanuel Balsamidis
Traducido al español por Constantinos Faridis
Fotocomposición de K. Kardalis & Cía.
Fotografías: Emmanuel Balsamidis - N. Contós – J. Recos – A. Spyrópulos – S. Jaidemenos
Maquetación: S. Steculis
Separaciones cromáticas: Raster One D. Tsatsis
© J. RECOS S. R. L.
© J. RECOS LTD
c/ Ayíu Miná 13, Salónica. GRECIA, TEL. 2310 271 063
VERGINA
A. POSICIÓN
Verginaes una localidad griega situada en el norte, en la región montañosa de Pieria, a 120 m de altitud, a una distancia de 11 Km. al sureste de la ciudad de Berrea, con 1050 habitantes. En este lugar se encuentra el Yacimiento arqueológico que hoy día constituye uno de los más importantes, no solo de Macedonia, sino también de Grecia entera.
B. HISTORIA
La actual Vergina y la antigua Aigai (Egas)
El actual pueblo de Vergina fue fundado en 1922, donde una vez existieron dos pequeños poblados de pastores, Cutles y Barbes. El nombre del actual pueblecito de Vergina fue dado por el obispo de Berrea de entonces, siendo el nombre de una legendaria reina cuyos Palacios se ubicabanen la zona al nortedel río Aliacmon, así como aquellos estivales llamados “Palatitsia” se ubicaban en los alrededores del pueblo . Según la leyenda, la reina Vergina se ahogó en las aguas del Barbuta, afluente del río Aliacmon, para no caer en manos turcas.
Este pueblo se hizo famoso en Grecia y en el extranjero, por la excavación y el descubrimiento, en otoño del 1977, de la tumba intacta del rey de Macedonia Filipo II, padre de Alejandro Magno, que demostró en modo evidente la existencia de la antigua Aigai (Egas) , primitiva capital macedonia, donde hoy día se halla la actual Vergina.
Según la leyenda, Arquélao, hijo de Temeno, fue a Macedonia para ayudar al rey Ciseo a afrontar sus enemigos. Ciseo, mientras al principio lo recibió bien, más tarde intentó matarlo. Pero Arquélao consiguió matar al rey pérfido y, de acuerdo con un oráculo, se marchó siguiendo a una cabra (en griego = éga). En el lugar donde la cabra se paró, fundó la ciudad de Egas. Desde entonces la figura de la cabra constituye el símbolo de la ciudad y es representada en sus monedas primitivas (estáteres de Egas). Las excavaciones en la antigua ciudadela de Egas demostraron que la ciudad de Egas era habitada ya en la temprana edad de los metales (1000-700 AC.).
Sin embargo, en zonas más bajas y cercanas al río Aliacmon fue hallada una tumba prehistórica que testimonia la existencia de vida tanto en la edad del cobre cuanto en la edad neolítica tardía.
Egas fue la primitiva capital del estado macedonio hasta que el rey Arquélao la trasladase a Pela. Sin embargo, según los usos macedonios, se siguió enterrando a los reyes de Macedonia, en la primitiva capital del estado, hecho en el que se basó la identificación de Vergina – donde se hallaron las tumbas de los reyes macedonios - con la antigua Egas.
Egas floreció principalmente en la segunda mitad del siglo IV. A este período pertenecen además el Palacio, el Teatro y el Santuario de Euclea, diosa arcaica que, originariamente, se adoraba como diosa del matrimonio y del nacimiento. Durante el reinado de Antigono II Gonatás (siglo III A. C. ), el rey de Epiro Pirro conquistó Egas mientras sus mercenarios galos destruyeron la necrópolis y saquearon los fabulosos tesoros de las tumbas reales. El hecho de ese saqueo fue comprobado por el material pulverizado de las estelas funerarias hallado en la zona.
En 168 AC la ciudad fue conquistada e incendiada por los romanos. Más tarde se reconstruyó, pero a partir del siglo I perdió fuerza e importancia, puesto que sus habitantes se desplazaron más al noroeste, donde – en la actualidad - fue localizada una basílica paleocristiana. Desde entonces, el nombre Egas nunca volvió a aparecer en escritos, excepto en unos documentos bizantinos del siglo XIV, en los que se menciona como Palatitsia, nombre que se debe sin duda a las ruinas de los Palacios cercanos.
C. LA HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA
De León Heuzey a Manolis Andrónicos
En 1855, el arqueólogo francés León Heuzey recorrió Macedonia central en búsqueda de ruinas arqueológicas. Como menciona él mismo en un reporte suyo publicado en su libro bajo el título “Expedición Arqueológica de Macedonia” – Paris, 1876, Pág. 117, “...la historia del primer descubrimiento de las ruinas de Palatitsia demuestra que los que viajan para buscar ruinas arqueológicas no deben limitarse a hacer una serie de preguntas a los habitantes”. Heuzey, puesto que los habitantes de la región no sabían nada acerca de esas ruinas, se desplazó, junto con el profesor Delacoulonche, a la región del río Axiós donde, durante una conversaciónque tuvo por casualidadcon un inteligentísimo sacerdote griego, se enterró de la existencia de las ruinas de Palatitsa, de un pueblo que dista apenas 2 Km. de Vergina. Se fue entonces enseguida para esa zona, junto con un guía, y ahí comprobó con asombro que la zona de Palatitsa era lo más interesante de toda su gira en Macedonia central.
Pero las primeras excavaciones empezaron seis años más tarde, en 1861, cuando Heuzey volvió a visitar Macedonia estando a la cabeza de una expedición además patrocinada por el Emperador Napoleón III; con él, ayudante asistente el arquitecto H. Daumet.
La expedición llegó en una corbeta tripulada por quince marinos encargados por orden de Napoleón y se instaló en el poblado de Cutles que junto con el poblado de Barbes formaron, en 1922, el actual pueblo de Vergina. Las excavaciones empezaron con cuarenta obreros lugareños, pero duraron pocos días limitándose solo a la parte oriental del Palacio y eso, por causa del paludismo que les había afectado.
Después de muchos años, en 1937, las excavaciones, por iniciativa de la Universidad, se reanudaron y esta vez fueron realizadas por el arqueólogo Prof. Constantino Romeos hasta que estallara la guerra italo-griega (en 1940).
En las excavaciones que duraron tres años se encontraron una parte del patio central, salas del ala sur, dos salas de la parte oeste y se demarcaron con exactitud los límites de la planta del conjunto. Se encontró además, la primera tumba macedonia (del s. III aC.). La fundación Singer Polignac, una entidad fundada en 1932, a la que se reconocía capacidad para realizar excavaciones arqueológicas, financió las excavaciones en el Palacio realizadas por el Prof. Romeos y el inspector a las antigüedades Prof. C. Macaronas (1954-1956). En las excavaciones que duraron dos años se encontraron una habitación más en el ala sur, el peristilo del patio central y los cimientos de la pared norte. Una segunda financiación (1959) de la fundación Singer-Polignac, a la que se agregó la de la Universidad de Salónica, aportó la ampliación del equipo investigador con la participación de los arqueólogos Prof. G. Bacalakis y Prof. M. Andrónicos. Durante los dos años siguientes (en 1960 y 1961), las excavaciones fueron financiadas por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Aristoteleion de Salónica, la Fundación Singer-Polignac y el Ministerio de la Presidencia del Gobierno, Departamento de Antigüedades y Restauración.
Se encontraron tres alas enteras y todo el patio con las galerías de columnas que la rodeaban. Las excavaciones siguientes, las de los años 1962, 1963 y 1976, mientras no descubrieron las tumbas que estaban cubiertas por el gran montículo artificial (= “Megali Tumba”) se revelaron muy útiles, porque se supo que para su construcción se había transportado, desde zonas cercanas, gran cantidad de tierra roja, arena, grava y arcilla en las que se contenían también partículas gruesas de las estelas funerarias que fueron destruidas violentamente y que se remontaban al siglo íïì. (300-250 aC.). Basándose en la hipótesis del arqueólogo inglés N. Hammond, de acuerdo con la cual la antigua Egas se encontraría donde la ciudad actual Vergina y sabiendo que el cementerio antiguo fue destruido por los mercenarios galos de Pirro (274-273 aC), el Prof. Manolis Andrónicos tuvo la convicción del que en la zona de la actual Vergina se encontraba la antigua Egas y del que en la misma, deberían de encontrarse también las tumbas reales de los macedonios y, específicamente, por debajo del gran montículo artificial.
Su convicción fue reforzada por los resultados de las excavaciones del 1977 (descubrimiento de partículas gruesas procedentes de 40 monumentos funerarios) y del 1978 (descubrimiento de una estela funeraria).
Hay que mencionar aquí algunos de los nombres escritos en esas estelas que demuestran de modo evidente el origen griego de los macedonios: Alcetas, Hermón, Theocrito, Teodoro, Theofanes, Clitomaco, Leandro, Peucolao, Filotas, Verónica, Cleo.
En los años 1977 y 1978 se encontró, tras 40 días de investigación fatigosa por parte del Prof. M. Andrónicos, una serie de tres tumbas reales que hasta entonces se quedaban cubiertas por el montículo artificial del gran túmulo. La mayor de esas pertenecía a Filipo II (336 aC), una menor se remonta probablemente a finales del siglo IV AC y una tercera en forma de cajón, de la época de Filipo, que se atribuye a una mujer.
El 5 de agosto de 1978, la investigación arqueológica reveló una cuarta tumba macedonia, al NO del Gran Túmulo real descubierto en 1977. Se calcula que se remonta al segundo cuarto del siglo IV aC.
En 1980, mientras las excavaciones en el gran túmulo se completaban con el descubrimiento de las tumbas reales, se realizó otra excavación en la localidad Palióporta, a 500 metros al este del Palacio, en la que se encontraron partes de un edificio de tiempos helenísticos. En 1981 fueron excavándose la muralla y el edificio helenístico y sucesivamente encontrándose, tres tumbas macedonias profanadas, pero integras. En 1982 se limpiaron las fachadas y los interiores de las tumbas. Se encontraron entonces unacama-sarcófago de piedra(en la prima), un trono de mármol (en la segunda) y un sarcófago enorme (en la tercera). Se encontraron además el Teatro antiguo – entre el Palacio y la “tumba de Romeos” – el santuario de Euclea, tres de las bases de su estatua, fuera del santuario, y la inscripción esculpida sobre la superficie vertical de la primera base (IV siglo aC) según la cual la estatua fue dedicada a esa diosa por Euridica de Sirra, mujer de Aminta III, padre de Filipo II.
Las excavaciones se siguieron por el equipo del Prof. M. Andrónicos también en 1983, teniendo como objetivo principal el teatro antiguo, el santuario de Euclea y la ciudadela, mientras en 1984 se completaron las obras de conservación y cuidado de los hallazgos en la tumba de Filipo y se realizó la búsqueda de otra tumba en la región de Palatitsa. En el año siguiente (1986) las excavaciones se ampliaron en el interior del santuario de Euclea y de la ciudadela.
En 1987 fue investigada la región al estede la “tumba de Romeos”, donde se encontró otra tumba profanada que pertenecía a mujer.
El hallazgo más importante del 1988 fue una tumba en forma de fosa, fechada a tiempos arcaicos tardíos.
En 1989 las excavaciones de Vergina se continuaron, siempre por el Prof. M. Andrónicos, en el Palacio, en el Teatro, en el santuario de Euclea, en la ciudadela, y en la necrópolis.
En 1990 se continuaron las excavaciones y las obras de conservación y cuidado de hallazgos precedentes por M. Andrónicos y sus colaboradores. Se encontró un papiro en el que, desafortunadamente, aparecían solo palabras aisladas, se buscó una tumba en forma de cajón hecha de toba, se encontró también otra base de la estatua de Euclea con una inscripción igual a la del 1982, mientras un poco más hacia el norte se encontró una estatua de mármol con peplo de 1,65 metros de altura (340 aC).
D. TOPOGRAFÍA DE EGAS
La capital primitiva del estado macedonio (Egas) era situada al este del actual pueblo de Vergina y se levantaba en las terrazas aplanadas sobre una ladera de un ligero declive.
Era protegida por una fuerte muralla de forma triangular construida en base de adobe, piedras y ladrillos.
La parte más norte de la muralla tenía vistas a la llanura mientras en la parte sur se alzaba la ciudadela.
E. MERECEDORES DE UNA VISITA:
Aparte del fascinante paisaje que se despliega entre las laderas verdeantes del monte Pieria cubierto de abundante vegetación y la inmensa llanura de la Emathia, tres son los sitios que suscitan el mayor interés del visitante: 1) la necrópolis de túmulos (de edad geométrica), 2) el Palacio helenístico y 3) las tumbas reales, en pleno centro del actual pueblo.
LA NECRÓPOLIS DE TÚMULOS
La necrópolis de túmulos, situada en la parte más antigua de la necrópolis de Egas, fue el objetivo principal de la investigación arqueológica del Prof. M. Andrónicos a partir del año 1951. Ocupa una amplia extensión al sur de la carretera que lleva de Vergina al pueblo cercano de Palatitsa (a 2 Km. de distancia).
Los hallazgos de las primeras excavaciones realizadas en este sitio se remontan a la temprana edad de los metales (1000 - 700 aC). Se trata de un sitio impresionante con centenas de tumbas, incluyendo cada una muchas sepulturas masculinas, femininas e infantiles (se trata posiblemente de miembros de la misma familia). Los difuntos estaban dispuestos boca arriba. Entre los objetos del ajuar funerario se encontraron vasijas cerámicos con formas geométricas, armas de hierro (en las sepulturas masculinas) y joyas, amuletos, collares, alfileres, broches en forma de arco o de un ocho, pulseras, pasadores principalmente de bronce y más raramente de oro, y piedras preciosas (en las sepulturas femeninas). En muchos casos se encantaron triples hachas dobles, símbolo de poder sacerdotal o de distinción social. Merece mencionar un objeto que esta decorado con una cruz inscrita en un círculo, símbolo del ciclo solar. Quizá esta representación se haya transformado más tarde en el conocido “Sol de Vergina” con el que están decoradas las dos urnas cinerarias de oro que se encontraron en la tumba de Filipo. Los hallazgos de estas primeras tumbas se remontan a mediados del siglo VII aC mientras otras tumbas de edad posterior son fechadas entre el siglo IV aC y la primera época helenística. Los hallazgos de esa época son poquísimos, y eso porque las sepulturas ricas en ajar funerario fueron saqueadas y teniendo en cuenta el gran tamaño de esas tumbas los ladrones llevaron un buen botín.
Sin embargo, la tumba más importante es una tumba macedonia pequeña (fechada a mediados del siglo II) que, aunque fue saqueado, reveló muchos objetos cerámicos que junto con el monumento, testimonia el origen noble del difunto, como menciona el Prof. Demetrio Pantermelís en su libro “Macedónicos – la nueva tumba macedonia de Vergina” (1972), Pág. 147-182.
En 1978 el montículo del “Gran Túmulo” reveló el primer monumento funerario del siglo V aC. En el noroeste del poblado, al lado de la muralla, se encuentra una importante parte de la necrópolis investigada en los últimos años. Ya están excavadas cuatro tumbas en forma de fosa y dos en forma de cajón (fechadas a los siglos VI y V aC.). En la única tumba que se encontró intacta (490 aC), se contenía un ajuar funerario, compuesto por joyas de oro y de plata, vasijas de bronce y de hierro y otros objetos.
Las tumbas que habían sido saqueadas en épocas remotas, contenían un ajuar funerario suficientemente importante como, utensilios de mármol, de alabastro o de hierro, vasijas de figuras rojas y negras, “lekythos” (jarras pequeñas) blancas de Ática y estatuillas de arcilla de Samo, joyas de oro y de plata, perlas de ámbar y huevos de avestruz procedentes, respectivamente, de Asia y África.
Cuando los testimonios escritos no iluminan de manera suficiente ese periodo de la sociedad macedonia, son estos hallazgos que le arrojan luz para comprobar la existencia de una sociedad desarrollada desde el punto de vista cultural y artístico que fue siempre en contacto con todos los centros comerciales y artísticos de todo el mundo helénico de entonces.
Las cuatro tumbas en forma de fosa, así como las dos tumbas en forma de cajón pertenecían a mujeres de origen noble, si no real. Es probable que la más antigua tumba macedonia (340 aC) de 10,8 X 7,90 metrossobre el terreno, haya sido construida para Euridica, la madre de Filipo, en esta misma zona. Está compuesta de dos cámaras (tálamos), techada de un arco y en su lado estrecho se abre una puerta de mármol. La característica de esta tumba es que su fachada está representada sobre la pared posterior de la cámara principal: dos ventanas falsas y entre esas una puerta, que están enmarcadas por dos pares de columnas jónicas techadas por un entablamento jónico también. Un trono de mármol excelentemente decorado (Alt. de 2 metros) se encontró exactamente delante de este “decorado de fachada”. Las patas del trono están decoradas con volutas y follajes, entre los cuales se abren estrechas franjas con decoraciones doradas en fondo rojo. En la decoración del respaldo predominan las figuras de Plutón y de Perséfone conduciendo una cuadriga de caballos. En esta tumba, ejemplarúnico de arte supremo griego, se había colocado la urna cineraria con las cenizas de la reina muerta. Aunque se trata de una tumba saqueada, se encontraron bastantes vasijas con figuras en rojo de supremo arte cerámico y muchos vasos alabastrinos que seguramente contenían aceites aromáticos.
La “tumba de Romeos” debe su nombre al arqueólogo Prof. Constantino Romeos que por primero realizó excavaciones (1936 – 1937), en esta espléndida tumba del siglo III aC. Su fachada es de estilo jónico y es coronada por un frontón. Desafortunadamente el friso pintado que se había encontrado se destruyó durante las excavaciones. En su interior hay un excelente trono de mármol con talón y esfinges en los soportes de los brazos. A su lado, según parece, se había colocado la urna cineraria conteniendo los huesos incinerados del muerto. La tumba se halló saqueada y por eso no contiene un rico ajuar como debidamente sí que lo habría contenido. Está situada en la última terraza, con dirección a la llanura, a 500 metros más al norte del Palacio y está abierto para los visitantes.
No lejos del pueblo Palatitsa, las excavaciones de los últimos años revelaron un interesante grupo de tres tumbas macedonias (del siglo III aC). Estas tumbas estaban cubiertas por un montículo artificial alto de 1 m. y con 0,45 m. de diámetro (“tumba bella”).
La más grande (250- 200 aC) tiene un “dromos” construido, o sea una especie de entrada en forma de túnel, largo de 7,80 metros, de fachada dórica con triglifos, metopa y frontón. En su interior se encontraron cama-sarcófago con interesantes decoraciones pintadas y esculpidas.
La segunda por su tamaño (principios del siglo III), tiene una sola cámara (tálamos) y en su fachada se abre una puerta de mármol enmarcada. Por encima del ingreso hay unas representaciones de un guerrillero muerto, al que una figura femenina – quizá Macedonia personificada - le está coronando y de otro guerrillero sentado, quizá personificación del dios Ares o de Alejandro Magno. El trono de mármol encontrado en su interior no dispone de respaldo, pero ello es pintado sobre la pared posterior.
La tercera tumba, la del tamaño menor, dispone solo de un frontón en la fachada.
LOS EDIFICIOS PÚBLICOS
a) el Palacio helenístico
Uno de los hallazgos más importantes de las excavaciones en la zona de Vergina es el espléndido Palacio helenístico fechado al último tercio del siglo IV o a los principios del siglo III. aC. Era un edificio de dos pisos (con 9250 m2 de planta)construido con piedras angulares de tobo. Según parece, su construcción es debida a Antigono I Gonatás (320-240 aC). Las dimensiones de la estructura principal son de 104,5 X 88,5 metros. La arquitectura del Palacio se desarrolla alrededor de un patio cuadrado (44,5 X 44,5) al que se accede a través de un triple propileo, cuyos umbrales marmóreos están conservados hasta hoy. El enorme peristilo rectangular, que formaba cuatro grandes galerías, era compuesto por sesenta columnas de estilo dórico. En la sala circular – espacio que Heuzey llamaba “tholos” (bóveda) – al lado del propileo, en el este, se encontró una inscripción dedicada a Heracles considerado el primer ancestro de los reyes macedonios.
Los suelos de las cinco salas del ala sur eran recubiertos con mosaico hecho de guijarros. En uno de aquellos suelos, que se conserva en buen estado hasta el día de hoy, se representan una complicada composición de plantas, en el centro, y cuatro figuras, mitad mujeres mitad flores, en los ángulos. Las salas del ala norte están casi completamente destruidas sin embargo se encontraron mosaicos en los que se representan Erinias y Tritones. Por la existencia de tales mosaicos se resulta que todos estos espacios servían como salas de simposio, mientras las habitaciones de las mujeres y los dormitorios estarían, como sucede en todas las casas griegas, en la segunda planta.
b) El Teatro
Desde un pórtico con columnas dóricas a lo largo del lado norte del edificio principal con vistas a la llanura de Emathia se podían seguir espectáculos teatrales que se daban en el teatro antiguo, ubicado a los pies del declive bajo el Palacio.
La datación de la construcción del teatro se remonta al mismo año de la construcción del Palacio y testimonia el interés de los macedonios antiguos para la educación y el entretenimiento del pueblo.
Disponía de nueve gradas, orquesta (de 28 metros se diámetro), y escenario de piedra cuyos cimientos están conservados hasta hoy en día. Al contrario, del hecho que no se encontraron huellas de gradas se supone que fueran de madera. Además se conserva una parte del muro protector del ingreso este. En este teatro fue asesinado - primavera de 336 AC- el rey de Macedonia Filipo II mientras se celebraban las fiestas para las bodas de su hija Cleopatra con el rey de Epiro Alejandro.
c) el Santuario de Euclea
Al norte del Teatro, en un bajo declive de terreno, se encontró durante las excavaciones del 1982 (las excavaciones se completaron en 1989), el Santuario (o templo) de Euclea, así como las bases de su estatua (IV siglo aC.) fuera del templo, con la inscripción dedicatoria. La nave central del templo (7,00 X 9,00 metros) era cubierta con techo.
Se encontraron una estatuilla de terracota que representaba Cibeles en trono, una cabeza femenina de terracota (Alt. 0,30 cm.), una estatuilla de toro y un pequeño altar de terracota.
LAS TUMBAS REALES
La serie de las tumbas reales descubiertas en otoño de 1977 por Manolis Andrónicos están en pleno centro del pueblo actual de Vergina resguardadas de la intemperie por unos cobertizos.
Se trata de tres tumbas encontradas en la ladera Sur occidental del Gran Túmulo de un montículo de 110 metros de diámetro entres las cuales, la mayor pertenecía a Filipo II, la menor a un príncipe joven (probablemente a Alejandro IV, hijo de Alejandro Magno), y la tumba en forma de cajón, contemporánea de la de Filipo, que pertenecía a una sepultura femenina. Parece que ese enorme montículo que cubría las tres tumbas macedonias se construyó por orden del rey de Macedonia de entonces, Antigono Gonatás (320-240 aC) para que se evite su posible profanación por los mercenarios galos.
a) La “tumba de Filipo”
El monumento más grande de este género – según el Prof. Manolis Andrónicos se trata de la tumba de Filipo II - tiene dimensiones 9,50 X 5,50, dos cámaras, fachada dórica con puerta de mármol, dos semicolumnas entre dos pilastras, triglifos y métopas y un segundo friso jónico (directamente encima del friso dórico) en el que se representa una escena de caza. Tres figuras ecuestres y siete pedestres cazan ciervos, jabalíes y un león. Entre ellos, el único hombre barbudo de edad madura, salta con su caballo sobre el león para matarlo: se trata indudablemente del difunto rey, Filipo II. En el centro del conjunto pictórico, el pintor representó también a su hijo, Alejandro (que según parece ordenó que se hiciera esta obra) montado a caballo, con tunicela purpúrea y corona en la cabeza.
La composición sabia, el conocimiento de la perspectiva, la sensibilidad de la línea y del color, la sensación de los volúmenes y del equilibrio arquitectónico revelan un gran pintor del siglo IV aC (quizá se trate de Filomeno de Eretria o del mismo artista que realizó el primer retrato en mosaico de Alejandro a Nápoles).
En la cámara de la tumba se encontró la arqueta que contenía los restos incinerados del difunto rey, lavados y envueltos en un tejido elaborado en oro y púrpura y una corona funeraria con ornamentación de hojas de roble y bellotas, todo de oro. Pesó (con todo lo que tenía dentro) 10 kilos. Su tamaño es de 33 X 41 cm. Los lados de la arqueta están decorados con ornamentos de plantas repujadas y rosetas azules aplicadas. La parte arriba del receptáculo cinerario está repujada con el sol áureo de 16 rayos, emblema de la dinastía macedonia, y tiene dos elementos decorativos que cubren las cabezas de clavos.
Cerca de aquí se encontraron las armas del difunto rey como son: el escudo de marfil y oro con los costados con franjas de oro. Las cabezas de los leones de oro con anillas en sus bocas servían para sujetar las tiras de cuero que se ataban a los lados y en los hombros. Se encontraron además varias vasijas de plata y bronce con cabezas esculpidas, como p. ej. de Sileno (del siglo IV aC) y otros vasos que servían para bañarse, la diadema real de plata y dorado cuya diámetro se permitía aumentar y disminuir con la ayuda de un utensilio auxiliar que llevaba el nudo relieve de Heracles, restos de un canapé de madera y pocos vasos de terracota gracias a los que se dató con exactitud la tumba. De la decoración de marfil del canapé de madera resultó una serie de excelentes cabezas, una de las cuales es del joven Alejandro, una segunda representa probablemente a Olimpia, mientras la que suscita el mayor interés es la que representa a un hombre barbudo de edad madura que, seguramente, es Filipo II. En la antecámara de la tumba se encontró otra arqueta de oro y dentro se hallaron un tejido elaborado en oro y púrpura, del siglo IV, que recubría los huesos calcinados de Cleopatra (una de las siete mujeres de Filipo II). Había también una extraordinaria diadema de oro con adornos en espiral, flores, palmetas, rosas y abejas, expuesta en el museo arqueológico de Salónica, y otra corona funeraria, también de oro, compuesta por hojas de mirto, encontrada cerca del sarcófago. En la antecámara se encontraron también un segundo canapé de madera con decoraciones de marfil, mientras en la puerta que llevaba a la cámara principal se encontraron un par de espinillas de bronce doradas - una es más corta que la otra lo que ha permitido suponer que pertenecían a Filipo
pues el monarca era cojo – y un “gorytós”, especie de carcaj de oro en el que se depositaban las flechas junto con el arco, decorado con una lámina en la que se representan batallas de asedios de una ciudad. Se piensa que éstos últimos hallazgos constituyeron el botín de la guerra con los Escitas (objetos similares se encontraron en las tumbas escíticas en la Rusia sur.).
b) La tumba del Príncipe
El 5 de agosto de 1978 los arqueólogos revelaron la parte superior de una tumba macedonia más, a corta distancia, al noroestede la de Filipoa la que se parece mucho; única diferencia entre ellas, las dos semicolumnas en vez de pilastras. También esta tumba está compuesta por cámara funeraria y antecámara (sus dimensiones totales son 5,40 m X 6,00 m). El friso, que según parece estaba pintado sobre madera, se destruyó completamente. El difunto fue incinerado y sus huesos se habían colocado dentro de una jarra (hidría) de plata y estaban cubiertos de púrpura. En la cámara funeraria estaban dos grandes recipientes plateados y muchos vasos de plata, un par de espinillas de bronce doradas, un collar, un “licnucos”, (especie de linterna, compuesta por un alto recipiente de hierro y con el fondo perforado, en el cual estaba un candil apoyado sobre una varilla de terracota). En esta tumba se encontró otro canapé de madera con decoraciones de marfil de las que procede el relieve de marfil que representa a Dionisos, Ariadna y a un sátiro tocando el aulós o doble flauta, que constituye una de la más bellas y elegantes obras de arte.
c) la tumba en forma de cajón
La tumba más pequeña de las tres, ubicada en la ladera exterior sur del montículo, se ha encontrado saqueada. Está compuesta por una cámara de planta cuadrilátera (2,09 m X 3,50 m), es alta de 3 metros y cubierta por piedras de tobo. Por causa del saqueo, ya sucedido en la antigüedad, sólo se han encontrado fragmentos de terracotas pintadas de negro. En esta tumba el hallazgo más precioso son las pinturas murales. Excepto la pared del oeste, las demás eran cubiertas por representaciones pictóricas, en la parte de arriba, la de abajo era pintada de rojo y entre las dos recorría una franja decorativa. La pintura más importante y admirable es la que representa el rapto de Perséfone y Plutón conduciendo una cuadriga de caballos blancos, mientras que con su mano derecha detiene las riendas, al mismo tiempo con su brazo izquierdo sujeta a Perséfone, con un pie está pisando en la cuadriga mientras el otro está aun sobre el suelo, donde se ven las flores que Perséfone (con su amiga) estaba recogiendo en el momento del rapto. Delante de la cuadriga corre Hermes mientras, detrás de ello, está arrodillada Ciane, supuesta amiga de la diosa.
El Prof. Manolis Andrónicos creía que el autor de esta composición pictórica era Nicómaco, el gran pintor del siglo IV aC, maestro de Filoxeno. En la pared del este está una figura femenina sentada que probablemente represente a Deméter, mientras en la pared del sur están pintadas tres figuras femeninas sentadas que, siempre según el Prof. M. Andrónicos, representan a las tres Moiras, que regulaban la vida de cada mortal con la ayuda de un hilo, puesto que la primera está hilando con la rueca (por lo tanto Cloto) y por consiguiente las otras serán Láquesis , que lo enrollaba y Atropo, que lo cortaba cuando la correspondiente existencia llegaba a su fin.
La fachada de la tumba es dórica, con un zoóforo pintado (1,16 m X 5,56 m) que representa una caza de animales salvajes.
LAS ESTELAS FUNERARIAS
En el montículo del Gran Túmulo se han encontrado estelas funerarias, la mayoría de las cuales data de la segunda mitad del siglo IV aC., y algunas de los principios del siglo III aC.
Muchos de los nombres son característicos de los macedonios, mientras todos revelan el origen griego de los macedonios, como son por ejemplo los nombres de Jenócrates de Pierión. Por este hecho se comprueba que los ciudadanos macedonios de los años 400-350 aC. tenían nombres griegos y, por lo tanto, se demuestra que los macedonios eran un pueblo griego y no tracio o ilírico.
LA BASÍLICA PALEOCRISTIANA
Recientemente se ha excavado una basílica paleocristiana y se ha encontrado – en una base de columna – una inscripción que menciona el nombre de la reina Euridica, madre de Filipo. El monumento está ubicado cerca de Palatitsia, al norte de la carretera nacional.
F. LA COMPRUEBA DE LA IDENTIDAD DEL DIFUNTO DEL GRAN TÚMULO
¿Pero cómo el Prof. Manolis Andrónicos se llegó a la conclusión que el Gran Túmulo perteneciera al rey Filipo II?
En primer lugar, el problema más grande para él era la datación exacta de los hallazgos de esa tumba excavada en 1977.
Los fragmentos de cerámica procedentes de vasijas, la linterna, un askós (pequeño recipiente ritual) con figuras rojas sobre fondo negro, y una enocoe (especie de jarra para servir vino) pintada de negro y los vasos de plata, especialmente los que llevaban cabezas de Silenos, Heracles y Pan – se dataron con casi toda seguridad haCia el tercer cuarto del siglo IV AC (350- 325 aC).
En cuanto a la identidad del difunto: de todos los hallazgos se podía concluir que se trataba de una tumba real. La corona- diadema de oro- pertenecía seguramente a un rey. Basándonos en la datación de la tumba, deberíamos llevarnos a Filipo - decía Manolis Andrónicos – porque entre los años 350 y 325 no murió otro rey en Macedonia que él.
Acerca de la sepultura de Filipo en Egas, Diodoro (XVII, 2,1) y los descubrimientos arqueológicos en Vergina coinciden. Además, según Justino, los funerales tuvieron lugar en Egas. Los restos mortales del rey se colocaron en un túmulo y fue definida la consagración anual cerca del túmulo para rendirle homenaje a su difunto que se divinizó en cierto modo.
G. LOS TESOROS DE VERGINA EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE
SALÓNICA
Todos los hallazgos de las excavaciones de los años 1978-1979 se trasladaron y están expuestas en una sala particular del Museo Arqueológico de Salónica.
El primer grupo está compuesto por las estelas funerarias encontradas en el montículo del Gran Túmulo. Su testimonio histórico es precioso, porque indica que los macedonios eran uno del os tantos pueblos griegos y que nunca se efectuó su helenización de fuera, como intentaron sostener, de tiempo en tiempo, algunos historiadores extranjeros. Los demás objetos expuestos proceden de las dos únicas tumbas que se encontraron intactas.
De la tumba de Filipo:
1) grandes y pequeños recipientes de bronce,
2) vasos de plata,
3) dos arquetas de oro y otras joyas y objetos de oro,
4) las armas del difunto,
5) figuras de marfil que proceden de la decoración de los canapés de madera,
6) el tejido en púrpura y oro en el que eran envueltoslos huesos calcinadosde la reina.
Además, el “licnucos” de bronce con la decoración de plata de su cuello, la “enocoe” de bronce, con la cabeza de Medusa bajo su mango, pocas de las multitud de las cabecillas talladas en marfil, con las que estaban decorados los canapés de madera de las tumbas, las de Filipo y del joven Alejandro.
La coraza, con las bandas de oro en los lados y el casco de hierro, único ejemplar que lleva un impresionante crestón, con baberas decoradas y la cabeza de la diosa Atena en el centro del frontal.
El espadín y el escudo ornados de oro y marfil.
Están expuestos también objetos procedentes de la tumba menor:
Una colección de 29 vasos de plata de sumo valor artístico.
Entre ellos, una vasija en forma de sartén (Lat. Patera) cuyo mango se termina en cabeza de carnero. También, un par de espinillas de bronce doradas.
Por otra parte, una vez terminadas las obras, se expondrá una excepcional escultura que representa al niño Pan tocando la flauta, seguido por una pareja dionisíaca a paso de danzante.
Las mismas obras, los hallazgos inestimables de Vergina pueden estimarse en toda su grandeza solo por los ojos del visitante del Museo que, fascinado por su primera visita, de seguro querrá repetirla.